4 de noviembre de 2014

No quiero tu piropo; quiero tu respeto

¿Cuántas veces has ido caminando por la calle y has tenido que soportar comentarios sobre tu cuerpo o aspecto físico por parte de desconocidos? ¿Cuántas veces has decidido que lo mejor era cruzar a la otra acera para evitar esa situación? ¿Cuántas veces has temido pasar por delante de una obra?

Los mal llamados piropos es quizá una de las formas más sutiles y normalizadas de acoso verbal hacia las mujeres.

Se da por hecho que debemos sentirnos halagadas al recibir opiniones, muchas veces sobrepasando lo obsceno, que NO hemos pedido. Y, si expresamos nuestro rechazo hacia estos comportamientos, somos unas amargadas o unas desagradecidas, porque, hay que ver, mira que darnos igual lo que un completo desconocido piense sobre nuestro físico…Entra aquí en juego lo que hemos comentado en otras ocasiones: la creencia fomentada por el machismo de que las mujeres vivimos por y para gustar a los hombres.

Es muy frecuente que, cuando una mujer se queja de esos “piropos”, las reacciones sean del tipo: “qué exageradas sois”, “encima de que os dicen guapas”, “ya es que no se puede ni decirle a una chica lo guapa que va”…Sin embargo, cuando las parejas de estas personas son quienes reciben este tipo de comentarios por la calle, ya la cosa cambia, ¿verdad? Ya no les parece algo tan inofensivo y halagador, ¿verdad?

Quiero dejar claro, sobre este párrafo anterior, que sólo es para poner de manifiesto el cambio de opinión que se produce en estas personas en el caso comentado. En ningún caso debe llevar a entender que justifico esas escenas tan comunes en las que el chico ofendido reprende al que ha piropeado a su pareja y éste acaba pidiéndole disculpas a ÉL. Porque, oye, que no es por nada, pero que las disculpas se las debes a ELLA, no a su novio.

Viene todo esto a cuento del vídeo que se ha extendido por las redes sociales, en el que una chica se graba durante 10 horas caminando por las calles de Nueva York. Durante ese tiempo, recibe incontables comentarios de todo tipo. Un individuo llega incluso a seguirla durante varios minutos. La cara de la chica lo dice todo.

Pero la cosa no acaba ahí. Lo peor de todo son las reacciones al vídeo. Los comentarios van desde los que hemos comentado antes de “son solo piropos”, “solo le están diciendo lo guapa que va”, hasta “si no llevara esa camiseta que le marca todo no le dirían nada” e incluso amenazas de violación que la chica ya ha denunciado.

Curioso este mundo, en el que para demostrar que algo no es machista y que la sociedad ya no es machista, se recurre a una amenaza de violación.

Aquí podéis ver el vídeo en cuestión:



Y, por si no ha quedado claro:




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