¿Cuántas veces has ido caminando
por la calle y has tenido que soportar comentarios sobre tu cuerpo o aspecto
físico por parte de desconocidos? ¿Cuántas veces has decidido que lo mejor era
cruzar a la otra acera para evitar esa situación? ¿Cuántas veces has temido
pasar por delante de una obra?
Los mal llamados piropos es quizá
una de las formas más sutiles y normalizadas de acoso verbal hacia las mujeres.
Se da por hecho que debemos sentirnos halagadas al recibir opiniones, muchas
veces sobrepasando lo obsceno, que NO hemos pedido. Y, si expresamos nuestro
rechazo hacia estos comportamientos, somos unas amargadas o unas desagradecidas,
porque, hay que ver, mira que darnos igual lo que un completo desconocido
piense sobre nuestro físico…Entra aquí en juego lo que hemos comentado en otras
ocasiones: la creencia fomentada por el machismo de que las mujeres vivimos por
y para gustar a los hombres.
Es muy frecuente que, cuando una
mujer se queja de esos “piropos”, las reacciones sean del tipo: “qué exageradas
sois”, “encima de que os dicen guapas”, “ya es que no se puede ni decirle a una
chica lo guapa que va”…Sin embargo, cuando las parejas de estas personas son
quienes reciben este tipo de comentarios por la calle, ya la cosa cambia,
¿verdad? Ya no les parece algo tan inofensivo y halagador, ¿verdad?
Quiero dejar claro, sobre este
párrafo anterior, que sólo es para poner de manifiesto el cambio de opinión que
se produce en estas personas en el caso comentado. En ningún caso debe llevar a
entender que justifico esas escenas tan comunes en las que el chico ofendido
reprende al que ha piropeado a su pareja y éste acaba pidiéndole disculpas a
ÉL. Porque, oye, que no es por nada, pero que las disculpas se las debes a ELLA, no a su
novio.
Viene todo esto a cuento del
vídeo que se ha extendido por las redes sociales, en el que una chica se graba
durante 10 horas caminando por las calles de Nueva York. Durante ese tiempo,
recibe incontables comentarios de todo tipo. Un individuo llega incluso a
seguirla durante varios minutos. La cara de la chica lo dice todo.
Pero la cosa no acaba ahí. Lo
peor de todo son las reacciones al vídeo. Los comentarios van desde los que
hemos comentado antes de “son solo piropos”, “solo le están diciendo lo guapa
que va”, hasta “si no llevara esa camiseta que le marca todo no le dirían nada”
e incluso amenazas de violación que la chica ya ha denunciado.
Curioso este mundo, en el que
para demostrar que algo no es machista y que la sociedad ya no es machista, se
recurre a una amenaza de violación.
Aquí podéis ver el vídeo en
cuestión:
Y, por si no ha quedado claro:
jejeej si pues, el respeto es lo mejor
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