11 de febrero de 2015

Esa cosa no tan nueva llamada ignorancia

Juan y Damián pueden ir tranquilos por su ciudad. Nunca se han visto obligados a cruzar la calle para evitar pasar por delante de ese grupo de desconocidos. Unos desconocidos que, seguramente, les harían comentarios sobre su físico.

Juan y Damián tampoco han sufrido nunca la experiencia de que un extraño los siga por la calle pidiéndoles insistentemente su número de móvil. Tampoco nunca tuvieron que darle un teléfono falso a ese hombre para que, por fin, les dejara en paz.

A Juan y Damián nunca les juzgaron ni les llamaron guarros o putos por llevar esos pantalones o esa camiseta. Tampoco les juzgaron jamás por acostarse con quien quisieran. Bueno, mentira. Ahí, seguramente, sí que les juzgaron. “Crack”, “campeón”, “eres mi ídolo, tío”, “eres el puto amo”…

A Juan y Damián nunca les dijeron que tuvieran vigilada su copa, no fuera a ser que alguien les echara algo. Tampoco tuvieron nunca que pedirle a alguna amiga que los acompañara hasta casa porque temían ir solos por la noche.

Nunca fueron a una entrevista de trabajo y fueron rechazados porque, en unos meses, iban a ser padres. Tampoco nunca cobraron menos que sus compañeras por hacer exactamente el mismo trabajo.

Imagino que es por eso por lo que Juan y Damián, en un programa de televisión que ven más de tres millones de personas, como es El Hormiguero, sueltan, entre risas, cosas como:

Leyendo una revista de mujeres nos hemos dado cuenta de que hay una cosa nueva que se llama micromachismo (risas)”

Sí, Pablo. Porque tú abres una puerta, creyéndote que estás haciéndoles un favor, pero resulta que estás cometiendo un micromachismo (más risas)”

Nosotros queremos luchar contra los micromachismos y por eso hemos estado trabajando para desarrollar nuevos piropos no ofensivos para la mujer

Tras esto, vemos varias escenas, en las que una mujer pasa por delante de un grupo de obreros, entre los que se encuentran Juan y Damián, y que le dedican lo que para ellos son piropos que sí son aceptables y por los que ninguna mujer debería ofenderse.

Después de esta muestra de ignorancia total, y una vez superada la vergüenza ajena, la rabia y la impotencia, sólo nos queda decirles a Juan y Damián:

Los micromachismos no son nada nuevo, por desgracia. Sería recomendable, y más aún dado que hacéis un programa de televisión, que os informarais de las cosas sobre las que vais a hablar. A lo mejor así, además de no haber quedado como dos garrulos, hubierais evitado darle alas al machismo y ridiculizar la lucha de las mujeres por conseguir igualdad.

En cuanto a los “piropos”, espero que no os sea muy difícil de entender que, cuando una persona va por calle, lo que es público es el espacio, NO SU CUERPO. No queremos saber vuestra opinión sobre nuestro físico. No os lo hemos pedido y, además, nos importa una mierda. NO necesitamos vuestro “visto bueno” para sentirnos realizadas.

Por otro lado, sentimos deciros que NO os corresponde a vosotros juzgar qué es o no ofensivo para las mujeres. ¿Podréis superar este duro hecho de no ser vosotros quienes decidáis por nosotras?  


Pero tranquilos, que no todo es negativo. También tenemos algo que agradeceros. Gracias a gente como vosotros somos conscientes de lo necesario que es el feminismo y de lo mucho que nos queda por hacer. Gracias, Juan y Damián, por recordarnos que no debemos bajar la guardia ni un solo segundo.